jueves, 10 de mayo de 2012

LEICA APO-SUMMICRON-M 50 MM F2 ASPH: UN DISEÑO ÓPTICO DE REFERENCIA DURANTE 33 AÑOS ENTREGA EL TESTIGO AL NUEVO BUQUE INSIGNIA MUNDIAL F/2 EN FOCAL STANDARD


Texto y Fotos Indicadas: José Manuel Serrano Esparza
ENGLISH VERSION

Durante el transcurso de un acto celebrado hoy en Berlín, Leica ha presentado su nuevo Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH, el mejor objetivo de focal standard 50 mm fabricado hasta la fecha en el mundo, y que pone fin a la supremacía incontestable de 33 años como referente cualitativo en el segmento de ópticas de 50 mm y apertura máxima f/2 del Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4 de 1979 (que posee idéntica fórmula que el Summicron-M 50 mm f/2 Versión 5 de 1994) diseñado por Walter Mandler sin elementos asféricos y con esquema clásico Doble Gauss llevado hasta los últimos confines de lo realizable.


                                 Photo: José Manuel Serrano Esparza

Peter Karbe, Jefe del Departamento Óptico de Leica Camera AG en Solms, ha sido el diseñador óptico de este nuevo buque insignia mundial 50 mm f/2, que al mismo tiempo logra algo que se consideraba en la frontera de lo física y científicamente imposible: superar el rendimiento óptico del Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH, una auténtica obra maestra que era hasta ahora el monarca imbatible en el ámbito de los objetivos de focal standard 50 mm, de lo cual se infiere que el nuevo Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH es el objetivo Leica M de mayor rendimiento óptico de todos los tiempos y se convierte desde el mismo momento de su aparición en el referente mundial cualitativo.


ESQUEMA ÓPTICO


Se trata de un diseño de 8 elementos en 5 grupos, en el que destacan una superficie asférica, tres elementos fabricados con vidrio de dispersión cromática anómala y dos con vidrios de alto índice de refracción.

Estos vidrios ópticos de muy altas prestaciones han sido creados por el Laboratorio de Investigación de Vidrios Ópticos Leitz, referente internacional diacrónico en su especialidad, y que desde un punto de vista histórico fue el primero en crear vidrio óptico de lantano de altísima capacidad refractiva y libre de torio, así como el pionero en el diseño y realización de la primera máquina para pulir y tornear elementos asféricos con la máxima precisión y constituyendo una línea productiva.

Por otra parte, el esquema óptico de este Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH aporta lo mejor de dos mundos:

a) Tres elementos ópticos con clara configuración Doble-Gauss (sobre todo el primero y tercero comenzando por la izquierda del diagrama, muy similares en su forma -aunque con mayor grado de curvatura y mucho mayor dificultad constructiva- al elemento 1 y 3 de la zona delantera  por delante del diafragma del Summicron-M 50 mm f/2 de 6 elementos en 4 grupos Versión 4 y 5 de Walter Mandler - en este caso el elemento 2 situado entre ambos es mucho más grueso y con bastante menor curvatura que el elemento 2 de la parte frontal del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH-) y

b) Cinco elementos ópticos - de los cuales uno, el más próximo al diafragma, es asférico- situados por detrás de las palas del mismo y que se inspiran en la configuración de cinco lentes traseras del Summilux-M 35 mm f/1.4 ASPH, que funcionan como grupo óptico flotante y permiten obtener la máxima calidad de imagen posible desde la distancia mínima de enfoque de 0.7 m hasta infinito.

No obstante, el elemento asférico del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH es de mayor anchura y curvatura que el elemento asférico del Summilux-M 35 mm f/1.4 ASPH, diferencia de anchura y curvatura mucho mayor todavía en los cuatro elementos ubicados tras la superficie asférica del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH, que son de notable tamaño, y que a buen seguro han sido realizados con los más exclusivos vidrios ópticos Leitz - indicados en la imagen con punto grueso -


capaces de aportar las características necesarias para tan descomunal tour de force óptico y a la vez mantener un peso lo más ligero posible.

Por otra parte, Leica ha utilizado también en este diseño pegamentos de fórmula especial y precio muy elevado, caracterizados por una impresionante adherencia y mantenimiento de sus propiedades durante décadas, lo cual puede verse sobre todo en los cuatro elementos ubicados tras el elemento asférico del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH, adheridos en grupos de dos y cuyas dimensiones son mucho más grandes que los otros cuatro elementos de su esquema óptico.

Es un diseño óptico de dificultad absolutamente extrema, en el que Leica afronta el reto no sólo de crear un 50 mm f/2 que mejore con creces el rendimiento del soberbio Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4 de Mandler (que data de 1979), sino sobre todo de superar al Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH a f/2, f/2.8 y f/5.6, lo cual se consideraba prácticamente imposible hasta hace muy poco.

Y Peter Karbe lo ha conseguido mediante una magistral sinergia entre el diseño Doble-Gauss llevado al límite conforme a los parámetros Über die Berechnung einfacher Gauss-Objektive expuestos por Walter Mandler en su tesis doctoral de la Universidad de Giessen (Alemania) en 1979 y el esquema Summilux-M 35 mm f/1.4 ASPH de nueve elementos (con cinco lentes tras diafragma que operan como un elemento flotante global, y de las cuales los elementos 6 y 7 y 8 y 9 están adheridos en grupos de dos), consiguiendo dejar el diseño final en 8 elementos - Leica siempre trata de diseñar sus objetivos con el menor número de elementos posibles, además de con mínimo peso, volumen y diámetro de lente frontal- , cuando existía también la opción de seguir el esquema del Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH, que al igual que el Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH es un diseño óptico de 8 elementos en 5 grupos, pero con sólo dos de ellos (7 y 8) funcionando como elemento flotante.

Todo ello se ha realizado con una clara misión: intentar lograr un objetivo lo más próximo posible al concepto irrealizable de óptica perfecta, con altísima calidad de imagen a todos los diafragmas y distancias focales, tanto en el centro como en bordes y esquinas, con una uniformidad de rendimiento desconocida hasta la fecha, entre f/2 y f/5.6 ambos inclusive.

Si a ello añadimos que además de superar al Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH a partir de f/2, lo cual se consideraba poco menos que imposible, Leica ha conseguido reducir la longitud (47 mm), diámetro (53 mm) y peso (300 g) con respecto a dicho extraordinario objetivo (52.5 mm de longitud, 53.5 mm de diámetro y 335 g de peso), la magnitud de la proeza puede comenzar a entenderse en su justa medida.

Es decir, Leica ha puesto en el nuevo mejor objetivo de 50 mm del mundo recién presentado en Berlín toda su enorme experiencia y know-how en el diseño de objetivos fotográficos, sumando a la cúspide evolutiva Doble Gauss lograda por Mandler (zona delantera del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH) lo más avanzado de la tecnología de superficies asféricas comenzada por la Oficina de Diseño de Leica Camera AG dirigida por Lothar Kölsch a principios de los noventa con un gran equipo en el que figuraban Horst Schröder, Peter Karbe, Sigrun Kammans y otros y que tras veinte años de desarrollo Peter Karbe ha llevado al máximo (zona trasera del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH).

 CONSTRUCCIÓN MECÁNICA
 
Leica siempre ha puesto una meticulosa atención en los componentes mecánicos de sus objetivos, hechos con metales nobles como aluminio y latón (a los que se da un adecuado tratamiento de superficie para evitar el menor atisbo de corrosión) junto con abundantes muelles, tornillos y palas de diafragma de avanzada teconología, y a este respecto, el nivel constructivo del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH debe estar indudablemente a la altura de la impresionante calidad de imagen que produce, ya que por muy bueno que pueda ser un objetivo desde un punto de vista óptico, únicamente podrá aportar su máximo potencial cualitativo si posee una precisión mecánica y montaje de los elementos ópticos que vaya en consonancia con su extraordinario rendimiento óptico.

Y éste es un aspecto de enorme importancia que a menudo se olvida al hablar de ópticas de incontestable calidad, ya que a efectos prácticos de uso, la calidad mecánica es tan importante como la óptica.

Los objetivos Leica M son fabricados de modo artesanal manual, unidad por unidad, a fin de que mantengan íntegras sus propiedades al 100% durante muchas décadas de duro trabajo profesional bajo todo tipo de tareas fotográficas y condiciones medioambientales, incluso las más extremas, por lo que tanto los vidrios ópticos de altísimas prestaciones ópticas como las piezas mecánicas deben soportar duros tests preliminares antes de ser enviados a la fase de fabricación, durante la cual se asegura una alta uniformidad de producción con tolerancias muy altas, hasta tal extremo que un modelo matemático genera sistemas ópticos mediante la combinación de elementos individuales durante la fase de montaje, compensando además los posibles errores de tolerancia que pudieran tener lugar durante la fabricación.

En este sentido, el torneado y pulido de la acentuada curvatura del elemento 3 de la parte delantera del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH debe haber requerido un trabajo tremendamente preciso y delicado, al igual que la superficie asférica del elemento 5, justo detrás del diafragma, y con la dificultad añadida de situarlo exactamente a la distancia necesaria para interactuar con el primero de los cuatro grandes elementos - con diferencia los de mayor tamaño de los ocho de que se compone la célula óptica - situado muy cerca de él, por lo que sin duda se habrán realizado muchos tests diferentes con este nuevo objetivo buque insignia utilizando instrumentos de precisión creados específicamente para cada verificación, los cuales son asistidos por ordenador y cuya misión es conseguir la distancia exacta necesaria entre los elementos así como un alineamiento de máxima precisión sobre el eje óptico de todos y cada uno de los centros de curvatura.

Ni que decir tiene que las dificultades habrán sido de magnitud geométrica a la hora de ajustar y ensamblar con precisión los grandes elementos 5, 6, 7 y 8 (adheridos en grupos de dos lentes cada uno), estimando las expansiones y contracciones que podrían afectarles, a fin de obtener las muy estrictas pautas cualitativas y tolerancias típicas en Leica. Y para conseguirlo, dichos elementos individuales de notable tamaño adheridos en grupos de dos, deben ser ensamblados sobre monturas metálicas, al igual que el resto de elementos individuales.

En otro orden de cosas, existe una alta probabilidad de que cada objetivo Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH haya sido sometido a aproximadamente 100 criterios de prueba a cual más duro, incluyendo quizá entre ellos tests de diferencias de temperatura entre aproximadamente -30º C y + 30º C, a lo cual hay que sumar el hecho muy importante de que la montura helicoidal de enfoque, la bayoneta, el diafragma del iris y el resto de componentes de la montura del objetivo son diseñados con gran esmero sobre la pantalla de un ordenador, utilizando un exclusivo programa de diseño computerizado, tras lo cual comienza la fabricación propiamente dicha mediante ultramodernas máquinas CNC de anorme precisión.

RENDIMIENTO EN CURVAS MTF
Las curvas MTF aportadas por Leica demuestran claramente que no incurren en exageración alguna al afirmar que el Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH constituye un Hito en la Historia del Diseño Óptico que ha expandido los límites de lo técnicamente posible, estableciendo un nuevo standard en calidad de imagen en fotografía digital de 35 mm.

Es la pura realidad.



             
DISTORSIÓN


VIÑETEADO


EL SUMMICRON-M 50 MM F/2 CONTINUARÁ EN PRODUCCIÓN
El Summicron-M 50 mm f/2 Versión 5 (con fórmula óptica diseñada por Walter Mandler en 1979 en su Versión 4), que lleva en producción desde 1994, seguirá fabricándose, lo cual constituye en mi opinión una muy acertada decisión por parte de Leica, que ofrece así además del nuevo buque insignia mundial Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH y el extraordinario Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH una alternativa más económica en el segmento de ópticas standard de focal 50 mm, sin superficies asféricas, pero con una compacidad y ligereza de peso virtualmente imbatibles, además de seguir aportando una calidad de imagen que aún sin ser tan descomunal como la que logran los otros dos objetivos de superior precio, sigue siendo excelente.

Summicron-M 50 mm f/2 Versión 5 (lanzado al mercado en 1994) con idéntica fórmula óptica que el Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4 (lanzado al mercado en 1979), con la única diferencia de que la versión más moderna lleva un parasol incorporado extensible y carece de tab. Photo: José Manuel Serrano Esparza

      Summicron-M 50 mm f/2 Version 5 cromado con su parasol 
      incorporado extendido. Photo:  José Manuel Serrano Esparza

Vista trasera del Summicron-M 50 mm f/2 Versión 5 cromado, con su codificación de 6 bits para uso con Leica M9, Leica M9-P y Leica Monochrom. Photo: José Manuel Serrano Esparza

Vista trasera diagonal izquierda del Summicron-M 50 mm f/2 Versión 5 cromado. Photo: José Manuel Serrano Esparza

  Summicron-M 50 mm f/2 Versión 5 cromado sobre Leica M9-P. La compacidad, bajo peso y capacidad para tiro a pulso con total comodidad y ausencia de trepidación de este pequeño y bellísimo objetivo con cualquier cámara Leica M son ciertamente únicos, destacando también por su acreditado potencial para conseguir una soberbia calidad de imagen, incluso a diafragma abierto f/2. Photo: José Manuel Serrano Esparza

                              Photo: José Manuel Serrano Esparza

Vista frontal de Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4. Photo: José Manuel Serrano Esparza

No en vano, esta pequeña joya ha sido el patrón del mercado fotográfico de las ópticas f/2 para formato 35 mm durante 33 años, caracterizándose no sólo por sus prestaciones ópticas de primerísimo nivel, sino también por una calidad constructiva,

Vista diagonal trasera del Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4. Photo: José Manuel Serrano Esparza

Vista lateral diagonal del Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4. Photo: José Manuel Serrano Esparza

    Vista lateral de Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4. Photo: José
    Manuel Serrano Esparza

de mecanizado de piezas, de torneado y pulido de los elementos, de recubrimiento de sus superficies y de montaje de los mismos dentro de los barriletes conforme a premisas artesanales manuales que fueron claramente marcadas desde principios de los años cincuenta por auténticos maestros como Ernst Hasenaier, Ernst Pausch y Hans Karl Wiese, cuya labor sería continuada a partir de la década de los noventa - con métodos más evolucionados, máquinas ultramodernas y uso de ordenadores- por expertos en el ámbito del ensamblaje de elementos ópticos como Rainer Schnabel, Stefan Schlünz, Ulrich Schröder y otros.

     Summicron-M 50 mm f/2 con Leica M9-P. Vista aérea diagonal 
     derecha. Photo: José Manuel Serrano Esparza

Y es que tirar a pulso con una Leica M9, M9-P o Leica Monochrom conectada a un Summicron-M 50 mm f/2 es una auténtica delicia, además de constituir un equipo fotográfico de concepción minimalista, pero con gran portabilidad, notable facilidad de manejo, práctica eliminación de trepidación y una abertura máxima de diafragma que permite enfrentarse a la mayoría de situaciones reales fotográficas que puedan surgir, con la inestimable ayuda de los sensores digitales que dan mucha más calidad a ISOS altos que las cámaras analógicas.

Vista lateral de Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4 apoyado sobre su tab. Photo: José Manuel Serrano Esparza


Copyright Texto y Fotos Indicadas: José Manuel Serrano Esparza. LHSA

LEICA M MONOCHROM: REGRESO AL FUTURO

ANÁLISIS DE LAS CURVAS MTF DEL APO-SUMMICRON-M 50 MM F/2 ASPH